Cómo superar la pérdida de un ser querido
¿Cuáles suelen ser los primeros pensamientos y reacciones cuando un ser querido fallece?
Normalmente cuando fallece un ser querido suele haber un estado de desconcierto o más conocido la psicología como la negación. De un momento para otro la mente es incapaz de procesar ese acontecimiento y se da tal explosión que el estado emocional es como una brújula a merced de un imán.
Enumera aproximadamente 5 consejos para superar la muerte de un ser querido.
- Compaginar compañía y recogimiento interior:
Suelen aparecer momentos en los que uno requiere de la compañía para sentirse arropado y acompañado en esos momentos tan duros, y por otro lado a veces queremos estar con nosotros mismos y conectar con nuestro dolor. Compaginar ambas es lo más sano. Importante saber pedir ayuda, expresar lo que quieres a los de tu entorno, debes respetar tu proceso ante todo
2. Aceptación del tsunami de nuevas sensaciones:
Viajamos por distintos estados: desde la tristeza extrema hasta un estado de paz fruto del agotamiento. Evitar el dolor lo convertirá en sufrimiento en un futuro. La clave es experimentarlo y llegar a él para que empiece a sanarse. Guardándolo solo se quedará en algún rincón de nuestro cerebro y de nuestros órganos o tejidos provocando enfermedades y desequilibrios emocionales. Se dice que el proceso de duelo dura unos seis meses, personalmente considero que depende del caso y podría durar hasta un año.
3. Solicitar ayuda profesional y de apoyo si es necesario:
Sentirse acompañado por un profesional que allana el camino te permitirá sentirte comprendido y liberado, por consiguiente también crecer como persona. Podrás expresar llantos y sonrisas en un espacio solo para ti, aprender de esta experiencia y acabar aceptando la nueva realidad hasta volver a abrazar la vida.
4. Especial atención a los menores:
Mencionar la importancia de solicitar apoyo terapéutico en niños, adolescentes y jóvenes que viven la muerte de un ser como el padre, madre o hermanos. He encontrado muchos casos de estos menores ya adultos que desconectan emocionalmente de la realidad. Su mente no comprende cómo la vida les ha quitado a esa persona que todavía tenía que seguir a su lado y, es tan fuerte todo lo que tienen que gestionar solos que se encierran. Existe cierta circulación de sentimientos, pero no llegan a profundizar en ellos puesto que desconocen cómo hacerlo o deciden esconderlos y/o bloquearlos.
5. La vida es un regalo
Estar aquí es un regalo, hasta los desafíos lo son. La vida hay que vivirla y el amor que nos obsequiaba ese ser querido perdurará dentro de nosotros para siempre, es nuestro alimento. Y aunque añoremos sus caricias, su olor y su presencia, podemos encontrarnos con ellos cerrando los ojos allá en ese mundo invisible.