El Mindfulness es una herramienta para la regulación emocional basado en conceptos de la meditación budista. La traducción de Mindfulness es atención o conciencia plena; es la capacidad de prestar atención de manera particular, a propósito en el momento presente y sin juicio.
¿Para qué sirve?
El Mindfulness no es una meditación propiamente dicho, es una técnica que te ayuda a redirigir tu atención, aprender a focalizar y a concentrarte.
Te enseña:
- Aceptar las cosas tal y como vienen.
- Te ayuda a gestionar el dolor y la afectación ante situaciones de emergencia.
- Concentrarte para llevar a cabo las acciones de manera óptima ante un impacto emocional.
- Centrarte en el aquí y en el ahora.
- Dejar de lado las interpretaciones que hacemos de los hechos.
- Redirigir la atención con voluntad a lo que yo deseo.
- A tomar conciencia de nuestras emociones.
La clave de esta práctica es precisamente el entrenamiento de la corteza prefrontal a través de meditaciones. Practicando una meditación cada día incrementando paulatinamente el tiempo dedicado, en 8 semanas se generan cambios neurológicamente. Desarrolla nuestra corteza prefrontal medial encargada de la planificación y regulación de las emociones.
Beneficios:
• Mejor capacidad de atención
• Desconecta de la frustración
• Aumenta la concentración
• Mayor equilibrio emocional
• Descanso de la mente
• Nos saca de nosotros mismos
• Disfrute de la sensación que te transmite la situación que estás experimentando
• Evita el enjuiciamiento automático
• Permite tomar decisiones acertadas
• Abre nuestro corazón y mente al mundo
Esta práctica está muy recomendada practicarla por las mañanas, olvidándolos del “no puedo” que tenemos aprendido. Cuanto antes empecemos, antes conseguiremos todos los beneficios que nos aporta el MINDFULNESS. Imaginaros lo favorecedor que puede ser empezar a educar a los niños en su conciencia plena.
