A pesar de haber sesiones muy duras y complicadas, siempre hay que incluir el sentido del humor.
En algún momento durante la hora y cuarto que trabajamos, surgen risas entre penurias que ayudan a liberar todo aquello que va apareciendo, además de relajarnos y divertirnos un poco.
La situación más divertida de todas, es cuando las neuronas espejo (nuestras neuronas empáticas) nos chivan quién siente por nosotros. En ese momento el paciente-cliente se olvida de todo y desea saber más.
A todos nos gusta gustar y que nos regalen el oído.
* El caso más divertido es el de Blanca que detestaba a su jefe, resulta que este jefe poco la detestaba a ella. Cada vez que pasaba por delante de su despacho y la veía ahí sentada en su escritorio, él tenía unas ganas terribles de acercarse y ¡tocarle los pechos!. Normal que lo detestase.
* Otro caso es el de una mujer que estaba en la consulta del médico acompañando a su padre. Resulta que el médico estaba en proceso de separación. María, se quedó con toda la tristeza y ansiedad que sentía el médico por estar viviendo la ruptura de su mujer, pero también sentía tristeza porque María le gustaba y sabía que nunca podría estar con ella ni tocarla. Eso también le provocaba un estrés físico de disnea (falta de aire).
* María también se encontró con el novio que tuvo con 20 años. Éste se acababa de separar, y las neuronas espejo de María cogieron la información de las neuronas de su ex. El pobre lo pasó fatal, se acordaba de cuando estuvieron juntos e iban a comerse una hamburguesa juntos. De sus momentos más íntimos, deseaba acariciarle la piel y que hicieran el amor juntos otra vez. Y María se fue de la sesión con la autoestima por las nubes.
* Carla supo que su mejor amigo estaba enamorado de ella. A partir de ahí, decidió darle una oportunidad.
* Mariela fue la amante de un hombre que a pesar de estar desilusionado y harto de su relación de pareja, decidió continuar con su novia. En las sesiones, descubrimos cómo él detesta el amor, y la ansiedad y rabia que le produce. La tristeza que le provoca no poder estar con Mariela y las ganas de volver a acostarse con ella.
Y como estos ejemplos, muchos más.
Ya veis, esto confirma que desconocemos totalmente la mente humana y en nuestro cerebro reside más información de lo que nos esperamos. Con el coaching wingwave es posible llegar a las tramas que hay en las neuronas espejo.
Durante las sesiones no todos son lágrimas y desgracias. También hay buenos ratos en los que descubrimos que ahí fuera hay alguien que nos desea.
Miriam AC